Una de estas madrugadas en adoración el Espíritu Santo me llevó a recordar una vez que en mi trabajo, mientras hablaba con unos compañeros acerca de Jesús, uno de ellos me interrumpió y sonriéndose me dijo “pero no te olvides de respirar” y todos nos reímos. Esto lo hizo porque cuando algo me apasiona mucho suelo emocionarme, hablo más rápido de lo usual, me brillan los ojos y parece que voy a explotar y va a salir confeti.
En esta ocasión no estábamos hablando de cualquier cosa, estábamos hablando de Jesús y de lo precioso que es tener una relación íntima con Él. Así que, los que me conocen, ya se imaginarán el nivel de efusividad que había en mi.
Pero mientas recordaba eso y me sonreía, el Espíritu Santo habló a mi corazón estas palabras: “No permitas que el enemigo te haga sentir culpable por la forma en que me expresas tu amor.”
Esto ministro tanta paz, confianza y seguridad a mi corazón, pues en efecto esa área estaba siendo muy atacada en mis pensamientos. Justamente por eso decidí compartirlo. Verás, después que experimenté el nuevo nacimiento mi vida jamás fue la misma.
Yo era de una manera, y entonces Jesús intervino, me hizo una persona completamente nueva y no hay palabras que pueda encontrar que describan lo agradecida que estoy, el gozo de saber que soy perdonada y que Él me ama.
Yo estaba al borde de la muerte y Él me encontró, me sanó, me restauró y me dio vida en abundancia. No hay forma de expresar mis sentimientos hacia Él de una manera pasiva, indiferente o intentando hacer ver que es “un accesorio más de esta vida”.
No me es posible bajarle el volumen a las formas en que intento hacerle ver al mundo lo que Jesús puede hacer en nuestras vidas. Entonces, si tú forma de amar a Jesús es animando a los demás, hazlo. Si te encontraste una canción que explica lo que sientes por Jesús y pensaste en alguien con quien compartirla, compártela. Si te gusta rellenar tu feed y tus historias de textos bíblicos, hazlo. Si eres bueno escribiendo y el Espíritu Santo te inspira, escribe.
No le permitas al enemigo hacerte sentir raro o exagerado por la forma en que expresas tu amor por Jesús.
Jesús fue exageradamente intencional al demostrarnos su amor. No tuvo reparo en mostrar públicamente cuánto nos ama y se encargó de que no nos quedaran dudas de eso.
Que el mundo pueda ver que en ti no hay duda alguna de cuánto amas a Jesús y que por eso cumples sus mandamientos.
“Y amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente y con todas tus fuerzas. Este es el principal mandamiento.” Marcos 12:30
¡Hola Keyra!
Acabo de leer ese post, ¡qué bendición! A veces me encuentro en la misma situación, nunca tuve muchos problemas para compartir la Palabra de Dios en los pequeños grupos de mi iglesia, (llamamos a estos grupos celulares aquí en Brasil), pero a medida que pasa el tiempo la gente comienza a observar otras cosas que no son la Palabra, así que surgen bromas como esta que te ha pasado.
Por ejemplo, siempre rezo con fervor, cuando empiezo es muy bueno de continuidad todavía pero cuando es la intercesión. Pero algunos hermanos dicen: «Rezas demasiado, casi no termina».
Por eso he tratado de cambiar, pero es como si Dios quisiera que rezara así todo el tiempo porque Él lo puso en mí.
¡Ese puesto me ayudó mucho!
¡Dios te bendiga, Keyra, y a todos los de Panamá!
De: Ramón Araujo, Brasil.